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MARCELA ARELLANO

Presidenta de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Sindicales Libres CEOSL y Presidenta de turno del Frente Unitario de Trabajadores FUT

¿La sindicalización por rama es una alternativa a la crisis sindical?

El movimiento sindical de Ecuador emergió hace más de 100 años en un contexto económico y productivo totalmente distinto. Las organizaciones de trabajadores estaban vinculadas a los gremios de oficio, sindicatos del sector público, trabajadores del agro, bananeros, cacaoteros, y sindicatos también vinculados a la incipiente industria, fundamentalmente textil. La estructura de los sindicatos en ese momento, y en todo el siglo XX, se estableció en los lugares de trabajo, en las empresas y en las instituciones.
En Ecuador no logramos organizar sindicatos de rama de carácter nacional. Desde mi punto de vista, este tipo de estructura sindical de empresa que se desarrolló en nuestro país constituye una debilidad. Pues, imposibilita la sindicalización de trabajadores ubicados en empresas pequeñas y, sobre todo, los nuevos trabajadores que se incorporan en el marco del desarrollo tecnológico. Por ejemplo, trabajadores digitales, trabajadores de plataformas, trabajadores de maquilas, que realizan sus labores en sus casas, etc.
La nueva forma de organización del proceso productivo, el ingreso de nuevas tecnologías, de nuevos trabajos producto de ello, así como el reconocimiento social del trabajo de cuidado nos obliga al movimiento sindical ecuatoriano, particularmente a la CEOSL en pensar en una reforma de la estructura sindical. Es necesario, es indispensable una nueva estructura sindical que dé cuenta de esta nueva forma de organización del proceso productivo, que incluya a la sindicalización por rama de trabajo.
Esta es una alternativa para enfrentar la crisis de afiliación y la imposibilidad de constitución de nuevos sindicatos, fundamentalmente en los sectores agroindustriales, florícola, palmicultor, en los sectores del trabajo de cuidado altamente feminizados. Es necesario romper con la limitación legal y la práctica antisindical del Ministerio del Trabajo. Esto es una obligación del movimiento sindical ecuatoriano y también es una prioridad para la CEOSL. En el último congreso desarrollado el 11 y 12 noviembre se acordó, precisamente, que podamos desarrollar una estrategia de sindicalización por rama en los sectores agroindustriales. Esto es una prioridad. En este momento no es posible constituir sindicatos en las empresas florícolas. Cada vez que constituimos individualmente en empresa, los trabajadores son despedidos. Es necesario, por lo tanto, avanzar en la sindicalización de los trabajadores de este sector a través de la rama de trabajo. Esa es la postura de la CEOSL, es una resolución y un acuerdo, con mucho miedo. Hay muchas organizaciones sindicales, principalmente de base, que tienen mucho miedo cuando plantean cómo vamos a hacer la negociación colectiva; sin embargo de ello, sabemos que es la única alternativa para fortalecer la organización, para construir poder de los trabajadores.

MERY LAURA PERDOMO OSPINA

Coordinadora Regional para América Latina y el Caribe de ILAW Network​

¿Cómo beneficia el sindicalismo por rama a un país y especialmente a Ecuador?

Nosotros desde ILAW NETWORK estamos convencidos, así como lo está convencido el movimiento sindical internacional, de que el modelo más desarrollado y más beneficioso para el sindicalismo es un sindicalismo por rama. Por supuesto los sindicatos pueden organizarse como lo estimen conveniente, en los términos del artículo 3 del Convenio 87, pero la sindicalización por rama permite una mayor cobertura de la sindicalización. Permite que trabajadores y trabajadoras de todos los sectores, de la economía formal y de la economía informal, del sector rural o urbano, del sector público o privado, tengan una estructura sindical más adecuada y en la que siempre serán bienvenidos, sin límites por la empresa en que se desempeñan.
En segundo lugar, el sindicalismo por rama es adecuado porque en países como la mayoría de América Latina, y especialmente Ecuador, en donde la mayoría de empresas son micro, pequeñas y medianas empresas, y no tenemos un número suficiente para cumplir con el límite mínimo de trabajadores y trabajadoras afiliadas a un sindicato, la sindicalización por rama nos permite agremiar a distintos trabajadores de diferentes unidades productivas, de diferentes empresas, en una misma organización sindical.
En tercer lugar, la sindicalización por rama permite que los trabajadores y trabajadoras de diferentes empresas o unidades productivas, pero del mismo sector, con márgenes de ganancias similares, con niveles de desarrollo similares, con actividades económicas similares, tengan asimismo igualdad de condiciones o que luchen por tener unas condiciones de trabajadores similares, en la medida que trabajan para una misma actividad, en que prestan en muchas ocasiones los mismos servicios, las mismas labores y, en ese sentido, comparten su visión sobre el mundo de trabajo y sus expectativas de cómo mejorar sus condiciones de trabajo.
En cuarto lugar, la sindicalización por rama es un modelo adecuado que permite avanzar hacia una sindicalización centralizada. Esto quiere decir una sindicalización a mayor nivel, por rama de actividad económica o por industria, o multinivel como llamamos en otras ocasiones, que hará también posible disminuir la competencia desleal entre empresas de mismos sectores y aumentar correlativamente las condiciones de trabajo de trabajadores y trabajadoras que se desempeñan en una misma industria.
Estas son algunas ideas que nos gustaría dejar plasmadas para invitar a trabajadores y trabajadoras del Ecuador y, sobre todo al gobierno, a promover y a fortalecer la sindicalización por rama.